El pensamiento se crea construyendo, haciendo, experimentando… la acción conlleva una reflexión. La acción pone en marcha una serie de mecanismos en nuestro cerebro que ayudan a construir nuestro pensamiento. Hacer es comprender con esta sentencia se establece una línea de pensamiento fundamental para enseñar a nuestros alumnos. La acción conlleva un error, pero en este caso el error se convierte en oportunidad. Oportunidad para aprender del error y crear aprendizaje.
La acción es el acontecimiento que hace posible el aprendizaje al poner en marcha mecanismos, a veces inconscientes. A través del análisis, la observación y la experimentación el aprendizaje se construye de forma significativa. La lectura y la escritura, al igual que las matemáticas son descubrimientos que el niño debe hacer, para ello la escuela debe poner en marcha situaciones, actividades, juegos,… que propicien el descubrimiento para llegar al conocimiento significativo de los conceptos trabajados.
Para pensar en la forma de trabajar en la escuela es necesario recordar las etapas del desarrollo que establece Piaget:
Sensioriomotora: el niño actúa, acciona con los objetos, descubre a través de la experimentación. Va. desde los 0 a 24 meses. El niño empieza a explorar el mundo.
Preoperacional. Pensamiento simbólico. El niño empieza a jugar con una finalidad simbólica. Va hasta los 7 años.
Operaciones concretas. Pensamiento lógico. El niño empieza hacerse ser social. Va hasta los 11 años.
Operaciones fomales: A partir de los 11 años. Se llega a la abstracción: deducción, inducción, pensamientos morales… Se aprende haciendo.
Teniendo en cuenta esto, la escuela debe adaptar sus propuestas metodológicas a estas etapas de forma que, en la escuela infantil se deben propiciar momentos y experiencias que tengan en cuenta la necesidad del niño de interactuar con el entorno, de explorar y descubrir objetos y los efectos de los objetos a través de sus sentidos.
De la misma forma, los niños de hasta 7 años pueden ir más allá empezando a utilizar la simbolización. Previamente habrá comenzado el juego simbólico pero en este momento, el niño puede empezar a utilizar la simbolización para el aprendizaje de la lectoescritura y la matemática.
La siguiente etapa propicia el descubrimiento del mundo social. El niño establece relaciones sociales con sus iguales y comienza sus primeros vínculos afectivos.
En la etapa de operaciones formales el pensamiento hace uso de mecanismos más complejos como son la abstracción, la deducción, … siendo capaz de un aprendizaje más elaborado y abstracto.
La escuela debe respetar estas etapas y propiciar un ambiente de aprendizaje en el que los alumnos puedan interactuar tanto con el profesor como con sus propios compañeros. Para ello es indispensable que las actividades que se diseñen propicien que los alumnos/as puedan explorar, manipular, experimentar… de forma individual, en pareja o en grupos para construir un conocimiento que sea verdaderamente significativo.
La comunicación entre los participantes en este proceso es crucial, por lo que el debate, el intercambio de ideas debe ser un requisito indispensable. Por ello, el aprendizaje colaborativo es un recurso indispensable para una escuela que se esfuerza en dotar de significado a los aprendizajes.
En resumen, la idea de que el pensamiento se construye debe marcar de forma constante todas y cada una de las acciones educativas de la escuela propiciando experiencias relevantes para el aprendizaje de los alumnos. El trabajo colaborativo, los talleres, la experimentación, el debate, …son técnicas que se deben tener en cuenta a la hora de diseñar actividades significativas para los alumnos y alumnas. Si tuviera que elegir un nombre para esta escuela quizás elegiría “Construyendo juntos”. La palabra construyendo alude a esta idea central de la que hablamos: el pensamiento se construye. La palabra juntos intenta transmitir el mensaje social e implica una forma de aprender en colaboración, interactuando con los demás, sumando esfuerzos para lograr un fin entre todos y para todos. La escuela como reflejo de la sociedad en la que los individuos crean a partir del esfuerzo personal de cada uno para lograr un fin que beneficie a todos.
La acción es el acontecimiento que hace posible el aprendizaje al poner en marcha mecanismos, a veces inconscientes. A través del análisis, la observación y la experimentación el aprendizaje se construye de forma significativa. La lectura y la escritura, al igual que las matemáticas son descubrimientos que el niño debe hacer, para ello la escuela debe poner en marcha situaciones, actividades, juegos,… que propicien el descubrimiento para llegar al conocimiento significativo de los conceptos trabajados.
Para pensar en la forma de trabajar en la escuela es necesario recordar las etapas del desarrollo que establece Piaget:
Sensioriomotora: el niño actúa, acciona con los objetos, descubre a través de la experimentación. Va. desde los 0 a 24 meses. El niño empieza a explorar el mundo.
Preoperacional. Pensamiento simbólico. El niño empieza a jugar con una finalidad simbólica. Va hasta los 7 años.
Operaciones concretas. Pensamiento lógico. El niño empieza hacerse ser social. Va hasta los 11 años.
Operaciones fomales: A partir de los 11 años. Se llega a la abstracción: deducción, inducción, pensamientos morales… Se aprende haciendo.
Teniendo en cuenta esto, la escuela debe adaptar sus propuestas metodológicas a estas etapas de forma que, en la escuela infantil se deben propiciar momentos y experiencias que tengan en cuenta la necesidad del niño de interactuar con el entorno, de explorar y descubrir objetos y los efectos de los objetos a través de sus sentidos.
De la misma forma, los niños de hasta 7 años pueden ir más allá empezando a utilizar la simbolización. Previamente habrá comenzado el juego simbólico pero en este momento, el niño puede empezar a utilizar la simbolización para el aprendizaje de la lectoescritura y la matemática.
La siguiente etapa propicia el descubrimiento del mundo social. El niño establece relaciones sociales con sus iguales y comienza sus primeros vínculos afectivos.
En la etapa de operaciones formales el pensamiento hace uso de mecanismos más complejos como son la abstracción, la deducción, … siendo capaz de un aprendizaje más elaborado y abstracto.
La escuela debe respetar estas etapas y propiciar un ambiente de aprendizaje en el que los alumnos puedan interactuar tanto con el profesor como con sus propios compañeros. Para ello es indispensable que las actividades que se diseñen propicien que los alumnos/as puedan explorar, manipular, experimentar… de forma individual, en pareja o en grupos para construir un conocimiento que sea verdaderamente significativo.
La comunicación entre los participantes en este proceso es crucial, por lo que el debate, el intercambio de ideas debe ser un requisito indispensable. Por ello, el aprendizaje colaborativo es un recurso indispensable para una escuela que se esfuerza en dotar de significado a los aprendizajes.
En resumen, la idea de que el pensamiento se construye debe marcar de forma constante todas y cada una de las acciones educativas de la escuela propiciando experiencias relevantes para el aprendizaje de los alumnos. El trabajo colaborativo, los talleres, la experimentación, el debate, …son técnicas que se deben tener en cuenta a la hora de diseñar actividades significativas para los alumnos y alumnas. Si tuviera que elegir un nombre para esta escuela quizás elegiría “Construyendo juntos”. La palabra construyendo alude a esta idea central de la que hablamos: el pensamiento se construye. La palabra juntos intenta transmitir el mensaje social e implica una forma de aprender en colaboración, interactuando con los demás, sumando esfuerzos para lograr un fin entre todos y para todos. La escuela como reflejo de la sociedad en la que los individuos crean a partir del esfuerzo personal de cada uno para lograr un fin que beneficie a todos.
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