La incorporación de las tecnologías a las aulas supone un cambio en la forma de entender la práctica educativa.
Los profesores que han venido desempeñando su labor durante años con unos métodos y recursos tradicionales, de repente han visto como las nuevas tecnologías (ya no tan nuevas en estos momentos) han hecho su aparición en todos los aspectos de nuestra vida y, por tanto, también en la escuela. En un principio el profesorado debe conocerlas y para ello debe formarse en aspectos básicos que le permitan hacer un uso a nivel de usuario de las mismas, pero este paso no debe quedarse ahí. Hemos visto en algunos momentos como las tecnologías se han incorporado a la escuela asumiendo una metodología tradicional y unidireccional: el profesor como emisor y los alumnos como receptores. Pero las TIC permiten y facilitan, a la vez que exigen, la utilización de otras metodologías educativas que favorezcan una dinámica en el aula más activa y participativa por parte de los alumnos. Las TIC permiten un trabajo con distintas metodologías que enriquecen el proceso de enseñanza aprendizaje haciendo que el alumnado asuma un papel activo y protagonista de su propio aprendizaje: itinerarios de aprendizaje diseñados por el profesor no están reñidos con el trabajo en grupo, en modelos cooperativos, talleres, favoreciendo la investigación, la búsqueda de soluciones, la experimentación, ... por tanto, en estos momentos debemos reflexionar y diseñar nuevos modelos de aprendizaje en los que las TIC y las metodologías participativas sean protagonistas de este cambio en la forma de enseñar.
Los profesores que han venido desempeñando su labor durante años con unos métodos y recursos tradicionales, de repente han visto como las nuevas tecnologías (ya no tan nuevas en estos momentos) han hecho su aparición en todos los aspectos de nuestra vida y, por tanto, también en la escuela. En un principio el profesorado debe conocerlas y para ello debe formarse en aspectos básicos que le permitan hacer un uso a nivel de usuario de las mismas, pero este paso no debe quedarse ahí. Hemos visto en algunos momentos como las tecnologías se han incorporado a la escuela asumiendo una metodología tradicional y unidireccional: el profesor como emisor y los alumnos como receptores. Pero las TIC permiten y facilitan, a la vez que exigen, la utilización de otras metodologías educativas que favorezcan una dinámica en el aula más activa y participativa por parte de los alumnos. Las TIC permiten un trabajo con distintas metodologías que enriquecen el proceso de enseñanza aprendizaje haciendo que el alumnado asuma un papel activo y protagonista de su propio aprendizaje: itinerarios de aprendizaje diseñados por el profesor no están reñidos con el trabajo en grupo, en modelos cooperativos, talleres, favoreciendo la investigación, la búsqueda de soluciones, la experimentación, ... por tanto, en estos momentos debemos reflexionar y diseñar nuevos modelos de aprendizaje en los que las TIC y las metodologías participativas sean protagonistas de este cambio en la forma de enseñar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario